La mirada de Guillermo
del Toro es infantil, como la de los niños que aparecen en Mimic, El espinazo del diablo
o El laberinto del fauno,
enfrentados a insectos, fantasmas o criaturas míticas. En Titanes del Pacífico (2013) unos sujetos de formación militar se
enfrentan a monstruos gigantescos, inspirados en las kaiju eiga, aquellas películas japonesas con humanos absortos ante
la presencia de Godzilla, Gamera, Mothra y otros seres mastodónticos.
No obstante, el diseño
visual de los robots que pelean contra aquellas impresionantes bestias, así
como algunos personajes, más bien parecen extraídos del anime de los setenta. Del Toro no optó por plasmar máquinas
humanoides que parezcan de “tecnología moderna”, sino, por el contrario, que obtuvieran
los trazos de dibujos animados como Mazinger
Z o El festival de los robots. La
apariencia, para estos tiempos, extravagante del científico Gottlieb o de Ops
Tendo Choi es la que uno puede encontrar en personajes de otras antiguas series
animadas japonesas como Meteoro.
Por ello, uno percibe en
Titanes del Pacífico, a pesar de su estructura
narrativa predecible, un juego de niño. Es como si el realizador mejicano hubiera
decidido usar nuevamente sus viejos juguetes de infancia, pero dejándose llevar
por su curiosa sensibilidad para hacer cine. Las escenas de lucha son emocionantes
y potentes, y, como siempre, del Toro muestra su talento para crear personajes de
carisma bizarro, como la heroína voyeur o el rufián de calzado dorado
interpretado por Ron Perlman.
El
llanero solitario (2013) también está narrada con una
mirada infantil. Un niño, fan del mítico jinete enmascarado, escucha fascinado
los relatos de un envejecido Tonto (Johnny Depp). Como en la cinta animada Rango, el director Gore Verbinski desarrolla
en su última película un festín de escritura cinéfila, y hace un recuento de
las películas que ama. El material original que usó el realizador se prestaba
para múltiples referencias al western. Aparecen animales que se enfrentan como
si fueran los alacranes de una conocida escena de La pandilla salvaje de Sam Peckinpah, o se ven a personajes
montando caballo y llevando una sombrilla en el desierto, como el protagonista
de El Topo de Alejandro Jodorowsky.
Sin embargo, lo más
interesante en El llanero solitario es
que acompaña su narración trepidante y cómica, casi de cartoon de la Warner Bros, con otros guiños, que le otorgan una
plástica enrarecida y personal. El llanero y Tonto visitan un prostíbulo que
parece una alucinada puesta en color de Freaks
de Tod Browning. La “mami” interpretada por Helena Bonham Carter posee una
pierna protética tan extraña como la que tiene Isabella Rossellini en The saddest music in the world de Guy
Maddin, pero funciona como la psicoarma del anime Cobra o la metralleta que usa el personaje de Rose McGowan en Planet Terror de Robert Rodríguez. Uno
de los villanos, que gusta vestirse de mujer, parece inspirado en aquellos
personajes afeminados y ridículos, de apariencia estrafalaria, que habitan algunas
cintas de Sion Sono.
En otros aspectos, la
película de Verbinski se siente
desbalanceada. Toro es un derivado de Jack Sparrow, el popular personaje
de la saga Piratas del Caribe. Se
porta como un frenético personaje de slapstick
que, sin embargo, coloca al protagonista, interpretado por Armie Hammer en
un segundo plano, absolutamente opacado y deslucido.
Siendo películas apreciables, aunque sin ser las
mejores de Del Toro y Verbinski, Titanes
del Pacífico y El llanero solitario son
la muestra de directores capaces de crear universos propios en cintas de gran
presupuesto, destinadas al mero consumo masivo y familiar.
1 comentarios :
Hola José Carlos, primero te felicito por el blog =) y ahora va mi comentario:
Cuando vi el trailer de "Titanes del Pacífico" no me llamaba mucho la atención. En realidad fui a verla porque me la recomendaron mucho y a insistencia pues me animé. En verdad la película estuvo muy buena, la sincronía del cerebro humano con los robots me hizo recordar a una versión live de Neon Génesis Evangelion, un anime japonés del año 1995 en donde los humanos controlaban robots biomecánicos llamados EVA. (Me gustaría que en algún momento vieras alguna de las 4 películas que se desarrollaron a partir del anime).
La recomendaría, sí, es muy entretenida, para ir en familia. Saludos!
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