A
tres décadas de un disco injustamente olvidado de Black Sabbath, y que dio vida a un videoclip que fue emitido reiteradas veces en la televisión peruana, durante el año 1983. Este es un texto escrito por un amigo que, además de dedicarse a la crítica de cine, es un amante del buen rock.
Imagen del videoclip "Trashed" de Black Sabbath
Escribe Raúl Lizarzaburu
Setiembre de 1983 en Lima. Eran tiempos
sin Internet, sin DVD, sin programación por cable. Gerardo Manuel hacía un
breve paso por Canal 9, que convirtió a Disco
Club en el Club Nueve unos meses,
aunque manteniendo su característica cortina musical al comienzo y al final:
AC/DC y Paul McCartney. La televisión por UHF daba sus primeros pasos en
nuestro país. Las ultimitas en rock, sobre todo el más caleta, el heavy y el
progresivo que no pasaban otras radios, las traía Doble Nueve y, en menor
medida, Miraflores. Y con ellas algo que entonces parecía increíble: Black
Sabbath se reunía con uno de los más grandes vocalistas del hard rock, Ian
Gillan, para lanzar su álbum Born Again,
el de la criatura monstruosa en la tapa, con un sonido demoledor, más fuerte
que el de cualquier otro trabajo de la banda. Y un gran nivel que quizá no ha
tenido el reconocimiento que merece.
Pero vamos por partes. En 1979, un —a decir de sus propios
compañeros—
autodestructivo Ozzy Osbourne deja Black Sabbath luego del álbum Never Say Die (que sorprendió con un
sonido más melódico, en temas como Junior’s
Eyes o Johnny Blade, con
sintetizadores), para iniciar su carrera solista con el álbum Blizzard of Ozz y el aporte invalorable
del guitarrista Randy Rhoads, fallecido prematuramente. Black Sabbath ocuparía
su lugar con el ex vocalista de Rainbow, el hoy finado Ronnie James Dio, quizá
con mejores recursos vocales que Ozzy pero sin su aporte creativo y, en
especial, sin su imagen. Con él grabarían dos interesantes discos en estudio (Heaven and Hell, Mob Rules) y uno en vivo (Live
Evil) en el que interpreta temas de Ozzy, lo que generó opiniones
encontradas, y luego del cual Dio y el baterista Vinnie Appice abandonan el
grupo, lo que marcaría el retorno de Bill Ward, fundador de Sabbath, junto a
sus viejos compañeros Tony Iommi y Geezer Butler en la guitarra y el bajo.
¿Y los temas del Born Again? Ninguno sobra. Comienza con el vértigo de Trashed (y un video que era programado
en horario adulto). Stonehenge es uno
de los dos instrumentales cortos del disco: su sonido de filme de terror
termina con unos latidos que dan paso a los alaridos y carcajadas de Gillan —alternados con un perfecto compás y una letra delirante— en Disturbing the Priest. El otro
instrumental breve, The Dark, que hace
honor al nombre, empalma con un temazo: Zero
the Hero, con un prolongado solo de guitarra de Iommi, que debe ser uno de
los mejores de su carrera en estudio. Aparte de Trashed, el otro single de promoción era el potente Digital Bitch, rayano en el metal. Born Again, el tema principal, trae
reminiscencias de Santana (percusión incluida) para cerrar con Hot Line, en el que también se lucen
Gillan y la zurda prodigiosa de Iommi, y Keep
It Warm, más cercano al estilo clásico de Sabbath.
* Fuente: Book of
Rock Stars, Guinness Books
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